Ayer en el José Zorrilla de Valladolid lo teníamos todo de cara, un partido controlado que vencíamos por 0-2, y cuando faltaba poco para finalizar el encuentro le dimos el balón al club pucelano y con ello la oportunidad de que equilibraran el choque, cosa que no desaprovecharon los jugadores albivioletas.
En el encuentro no apareció factores externos como en otras ocaciones, toda la culpa es del entrenador, el cual no supo manejar un encuentro fácil. "En seguía" íbamos a perder un partido en el que vencemos 0-2 con Joaquín Caparros.
Por todo ello espero que Unai Emery sea destituido esta misma semana.
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